Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

martes, 30 de junio de 2009

Relación H y G

¿Se imaginan a los dos últimos grandes pensadores (o al menos los dos más importantes) platicando acerca de plantas, minerología, la humanidad, comercio, literatura, viejas y alcohol?

Pues sí, Alexander Von Humboldt y J. W. Goethe tenían una de esas amistades que pocas veces rinden frutos entre grandes intelectuales. Cuando se conocieron sufrieron un "amor a primera vista", fueron grandes colegas y nunca dejaron de cartearse, si quieren encontrar más información... está cabrón a menos q sepan alemás, si lo saben lean la correspondencia entre ambos y enterense del chisme.

Les recomiendo ampliamente Conversaciones con Goethe de Eckermann, editado por la UNAM, un libro que se disfrua muchísimo, es la vida de Goethe a través de los ojos de su secretario (E.), conversaciones reales del personaje más importante de los últimos tiempos; un libro ligero que deja un grato sabor.

Saludos

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