El valiente
“De nuevo busqué ser el protagonista, el bueno que se culpa, el malo que ofrece perdón, en cualquier caso, de nuevo el ridículo, el tipo bravo que comienza la pelea y, al final, se tira hacia atrás.
El resto es historia, el resto es nada, el resto es el mundo estático de siempre, tú allá, yo acá, en medio un océano de personas, perros, edificios, puestos de quesadillas, vinatas, amigos, enemigos, en medio un sin fin de obstáculos, sobre todo la indiferencia… ahora, ya situado en la historia, me doy cuenta que mi cobardía reside no en el miedo a que pase algo, reside en el miedo a que pase.
Por lo demás (y por los demás) yo no pertenezco a este mundo, soy de otro lugar, mejor, peor, diferente pues, y en un segundo decidiré partir, sólo porque sí, sólo porque aquí no hay nada más que hacer, y lo que hay que hacer no lo puedo hacer sin ti… aunque tampoco contigo.”
3 comentarios:
Creo que a muchos nos sucede lo que describes en tu entrada. En cierto modo, todos somos valientes al levantarnos cada mañana, dispuestos a enfrentar aquello que la vida nos depara.
Gracias por pasar por mi blog :o)
¿Y no das tu nombre ni nada? Parece ser que todavía estudias. Pues tienes muchísimo talento, y toda la parafernalia con la que está caracterizado tu blog es muy original.
Aunque no sepa tu nombre ni nada de ti, te mando un abrazo y una felicitación.
Suerte matador.
¡Sabina!
Muy bueno...
Publicar un comentario