Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

martes, 11 de diciembre de 2007

Fucking Finally

Así es, por fin terminé clases, trabajos, entregas, todo!!!!!!

Nunca pensé no lograrlo (no tengo opción) pero vaya q costó trabajo, así q saludos a todos los desvelados q le siguen chingando y por cierto

FELICIDADES ATLANTE CAMPEÓN









Ahora, tengo muchas cosas q decir pero vienen las vacaciones y las diré poco a poco, mientras dejo un poema de Pablo Neruda, en verdad genial. disfrutenlo

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Tango del viudo

Oh Maligna, ya habrás hallado la carta, ya habrás llorado de furia,y habrás insultado el recuerdo de mi madrellamándola perra podrida y madre de perros,ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecermirando mis viejos zapatos vacíos para siemprey ya no podrás recordar mis enfermedades, mis sueños nocturnos, mis comidas,sin maldecirme en voz alta como si estuviera allí aúnquejándome del trópico de los coolíes corringhis,de las venenosas fiebres que me hicieron tanto daño y de los espantosos ingleses que odio todavía.


Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola! He llegado otra vez a los dormitorios solitarios,a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra veztiro al suelo los pantalones y las camisas,no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las paredes.Cuánta sombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte, y qué amenazadores me parecen los nombres de los meses, y la palabra invierno qué sonido de tambor lúgubre tiene.

Enterrado junto al cocotero hallarás más tardeel cuchillo que escodí allí por temor de que me mataras, y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocina acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie: bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces, de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu nombre, y la espesa tierra no comprende tu nombrehecho de impenetrables y substancias divinas.

Así como me aflige pensar en el claro día de tus piernasrecostadas como detenidas y duras aguas solares, y la golondrina que durmiendo y volando vive en tus ojos,y el perro de furia que asilas en el corazón, así también veo las muertes que están entre nosotros desde ahora, y respiro en el aire la ceniza y lo destruido, el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.

Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración oída en largas noches sin mezcla de olvido, uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo. Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa, como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada, cuántas veces entregaría este coro de sombras que poseo, y el ruido de espaldas inútiles que se oye en mi alma,y la paloma de sangre que está solitaria en mi frentellamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos,substancias extrañamente inseparables y perdidas.

1 comentario:

Anuar Jalife dijo...

a todo esto "pinche Atlante"