Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Ejercicios liteperiodisticos: reciclaje y crónica de lo cotidiano

He aquí un par de ejercicios, uno es la vida de un vaso de unicel, desde su nacimiento hasta el fin de su historia, a reciclar chavos. El otro un viaje en metro a través del olfato.


HIPS de cascos ligeros.

Con un maldito origen negro, liquido, seboso… salió de la tierra. Y a ella no podrá volver.
De una polimerización vinílica de radicales libres a partir de un monómero de estireno, nació el poliestireno, una larga cadena de carbono e hidrogeno, termoplástico para más señas, de una unida familia de fenilos, unida por dos átomos de carbono.

Esta feliz familia tenía dos miembros, HIPS y GPPS, nuestro pequeño amigo y su malvado hermano gemelo nos confundieron y aún no sabemos la identidad del residuo que nos observa con lágrimas en las partículas de hidrógeno. Estudió en la universidad DART y ahí lo moldearon a base de extrusión y termoformado, dándole la forma de vaso de la que cualquier padre estaría orgulloso.

HIPS (o GPPS) trabajó para su escuela y se dio cuenta que era como estudiar en una escuela de prostitución: te generan, te pagan te utilizan y adiós. Un día en una esquina vagabunda, una celestina chimuela decidió que era momento de presentarle a su eterna pareja: un café orgánico tal vez de Chiapas, tal vez de Veracruz. Se amaron, guardaron su calor a través de las cualidades termoplásticas de HIPS. Pero como todos los amores, terminó. La última gota de su amor se fue junto con la seguridad de HIPS, que fue abandonado en un bote, junto a otros que igual que él, fueron utilizados.

Nuestro amigo intentó irse a EU y fue rechazado en California, donde ahora es persona non grata. De regreso a la CD de México, recordó que su vida sería larga, unos cien años antes de biodegradarse, y perdido ante la confusión encontró tatuada en su piel una luz esperanzadora, sonrió y acarició su brazo, con el triángulo en alto relieve, que lo llamaba a ser reciclado.


By Agente M y K. Coolaboración imprescindible del geovas y de otra pequeña q no se como se llama.

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Aquí el viaje de olores

Aroma de ciudad
(No todo lo que huele es metro)

El menú del día: grasa, manteca, azúcar y cigarro; basta detenerse y aspirar hondo en la entrada de metro Villa de Cortés para aprovechar esa única oportunidad, todos los días, de percibir el sabor de los tacos de chorizo, las tortas de milanesa, los jugos de naranja, aguas de limón y licuados de fresa, el tabaco del señor que no lleva prisa, esto sin siquiera gastar un centavo, harem de olores intensos que luchan por entrar en las fosas nasales y dictar ordenes de compra,
abrir el apetito o sólo recrearse y disfrutar.

El amanecer en la ciudad de México ofrece varias posibilidades de percepción al transeúnte, dependiendo su estado de ánimo puede elegir prestar, o no, atención a su entorno. Entre las variadas maneras para descubrir el mundo, el olfato es una de las más peligrosas, no por lo que acontezca ya que el nivel de sorpresa que espera a cada sentido es, al menos, similar, sino que la re-invención del mundo proviene de la poca atención prestada aquí.

El aroma de condimentos y especias ambulantes, se combina con el olor a amanecer de la ciudad de México, extraña mezcla de rocío matinal, el rastro que deja la basura recién recogida (colonia con suerte) y la primera muestra de condensación de smog –patrocinado por Tlalpan y las tres bases de combis que parten de esta estación a metro Iztacalco, Apatlaco o Coyuya-.

Perfume laboral

El ingreso en el sistema de transporte colectivo, alias metro, es codificar de nuevo el olvidado sistema de olfato; la gente, lista para trabajar, avanza por los andenes y esperan pacientemente que llegue su vehículo, mientras tanto se desprende el olor del perfume con perfil ejecutivo, el del champú del obrero recién bañado, los cuidados de la ama de casa que regresa ya –a las ocho cuarenta y cinco- de comprar la comida para el día, tal vez para la semana y el del mendigo que solicita una moneda para comer.

A medida que el destino se acerca más y más, serán las vacaciones, será la hora, será un día de
descanso que nadie se tomó la molestia de avisarnos que existía, cerrar los ojos basta para notar que hay poca gente, la temperatura entra por la nariz y, al menos en este Jueves, no sofoca los pulmones con el humor humano.

Al parecer el olor del sudor de gente que transita por la ciudad, el de pies cansados, el mal aliento que provoca lo sucedido en la jornada laboral y ese aire de indiferencia perceptible a cualquiera que preste un poco de atención, está destinado a aturdirle el día a alguien más, de momento esperará a la tarde, quizá, o a otro día en que la gente amanezca cinco minutos tarde y entonces sí, que empiece la carrera por llegar a trabajar.

A la salida de metro Hidalgo el menú es igual que el de la villa del español, donde inició nuestro viaje, pero aquí no huele ya a Tlalpan ni a combis, se ha transformado en perfume de Reforma, autobuses de transporte colectivo y particular, podría dejarse escapar un comentario aventurado, asegurar que huele a edificios, a concreto húmedo, y conforme se llega al destino final, el olor empieza a cambiar de forma, se vuelve tinta, se vuelve papel, se vuelve computadoras, se vuelve noventa años de periodismo, parte del laberinto que está listo para ser descubierto por "las narices" que quieran atender su llamado.

By agente M

Buenas noches, contesten la encuesta y comenten algo, aunque sean mentadas de madre

4 comentarios:

ella la que escribe... dijo...

me siguen gustando tus artículos periodisticos... pero creoq ue les falta un poco del mau que yo conozco y que me desespera en ocasiones....

Pesadilla dijo...

Seguro q es la pinche edicion terrible de textos q hay en los emdios d comunicacion, pero por otro lado estoy aprendiendo a economizar epndejadas jajajaja

Karina dijo...

Rita, se llama Rita.

Ella dio el vo.Bo.

Ya quiero que sea viernes... Chale.

Cicuta drinker dijo...

Seguro, y lo digo con la frente entre las rodillas, que alguna vez he viajada entre una nube de olores tan insignificantes que, y espero no ser arrogante, mi nariz dejó su lugar a la lengua. Oler con la lengua es poca madre, deberían intentarlo.