Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

domingo, 3 de enero de 2010

Historias

Cuando revisaba, solo en casa, una plática de TED al respecto del tiempo libre y sus beneficios, el conferencista me recordó las tres formas que hay de ver el trabajo durante tu vida: 1) el trabajo que haces porque TIENES que hacerlo, puede sre por necesidad económica, familiar, porque no hay otra alternativa, no sé, pero estás anclado y es una tortura, pero al menos debe darte para comer; 2) el trabajo de ocho horas al día al que acudes no con gusto, no con disgusto, y en el que esperas el fin de semana desde el jueves; 3) el tercer tipo es el trabajo que haces por placer, aquel que podrías hacer durante toda tu vida sin que te pagaran un céntimo , éste, probablemente, ya lo haces aunque no lo sepas, pero aún lo consideras un entretenimiento. [para ver como volver profesional un hobbie ver aquí]

Entonces me quedé pensando ¿cuál es mi tercer tipo? ¿qué podría hacer sin paga tod mi vida y que además me llenara profesionalmente? Así que me puse a revisar mis aficiones y encontré dos cosas que, sobre todo lo demás, puedo hacer a partir de hoy y hasta que muer: escuchar (o leer o ver, vamos, percibir y recibir) historias, viejas, nuevas, repetidas, cíclicas, infinitas, finitas, como sean; y hablar, hablar al respecto de todas las historias que conozco y las que me gustaría conocer. Como ven no está en mis opciones ser escritor, podría hacerlo pero no me consume la cepa creativa, lo que me causa verdadera pasión y el amor más puro es desentrañar los secretos de cualquier historia, escucharla y responder a cada misterio que me tenga preparada.

Más tarde caí en cuenta que, afortunadamente, ya había estudiado para ello, no sé si el amor me llevó al esudio o vicerversa, pero el caso es que ya tengo algunas de las herramientas necesarias para mi trabajo ideal, sólo es cosa de quizá un posgrado y un poco de paciencia. Leer una historia, comprenderla en sus posibilidades, apreciarla en su interior y conmoverse o emocionarse por ella, antecede al paso más importante en la labor de los que amamos esto: explicarla.

Absrber uan obra y recrearla al interior de uno mismo no es difícil, las cosas se complican cuando llega la hora de transmitir ese conocimiento e información al otro, a aquel que no comprendió o que tiene una opinión diferente, que quede claro, esto no te llevará a ningún acuerdo si ambas partes no están preparadas (a veces aunque lo estén), pero será un intercambio de experiencias que bien vale la pena disfrutar, re-crear la obra entre dos o más individuos y por supuesto no dejar fuera al que no la pudo percibir en su extensión estética.

Bien, pues esto es crítica literaria, mentira que los críticos seamos una raza de escritores frustrados y envidiosos que se dedican a destruir las obras de los autores mártires. Sí, quizá alguna vez la palabra "crítico" (especialmente en el arte) significó eso, pero ya no más, no niego que quedará algún envidioso por ahí, pero los más somos un ejercito de personas que amamos el arte y sus recovecos, adoramos la cultura y sus implicaciones antiguas y modernas, pero sobre todo y antes que nada, amamos las historias, estamos enamorados de esos hilos sensibles que rigen las vidas de la ficción, y claro que queremos vivir de ellos por siempre, de su magia y su terror, de su extensiçon o su brevedad, no importa quien la escribió, quien la inventó, nuestro más puro y claro deseo es por la historia.

Creo que el ideal de todo crítico es hacer llegar este amor a los más posibles en el público de cualquier categoría, queremos llevarte de la mano a esos rincones secretos y obscuros de una obra, habrá quien pueda llegar sólo, pero habrá quien no, y para ellos vive la crítica moderna, para y por el amor a las historias.

2 comentarios:

Don Rul dijo...

Soy fan de TED. El video que linkeaste es muy inspirador y también tu poust. Siempre se agradecen.

Es buen tema para principio de año.

¡Feliz 2010!

Pesadilla dijo...

hombre es un honor tenerlo por acá, saludos