Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Los efectos del alcohol (o como sobrevivir a una fiesta sin morir en el intento)

Hoy no tengo nada q escribir, hoy prefiero que el silencio sea el que rija mi actuar... será que ando muy crudo.

Y bueno, esto va para todos aquellos que, como yo, no sabemos ser prìncipes, y para aquellas que esperan una corona de su sapo.

Egoìsmo



No te me acerques, no me vas a encontrar jamás
no te me arrimes, con tu desprecio y tu “razón”
no me tientes, ni con poder, ni papel, ni metal
no necesito tu “valentía” ni tu ambición

si no das el sentido a mi vida
será mucho mejor
si no está nunca aunque te lo pida
brilla más mi interior

beligerancia, miedo a ser el perdedor
contra sustancia, compartir y comprensión
intolerancia, parapetos para el dolor
tanta importancia, que no se pueda tú y yo

si no das el sentido a mi vida
será mucho mejor
si no estás nunca aunque te lo pida
brilla más mi interior

quieres ser motor de mi pasión
de la suerte y la imaginación
seguiré infeliz hasta que
llegue el último de la cola y diga que
ya puedo ser como todos

no simplifiques, malo, bueno, regular
no me compliques con eso de ser superior
no me limites a conveniencia y caridad
y no me obligues, no, a querer ser más de lo que soy

si no das el sentido a mi vida
será mucho mejor
si no estás nunca aunque te lo pida
brilla más mi interior
si no das el sentido a mi vida
yo sè que serà siempre mucho mejor


Reincidentes

1 comentario:

Liz González dijo...

Precioso... Hermoso... Bello...
Me alegran tus palabras y para ser felices ambos no etremos en polémicas absurdas.
Sabes que te adoro así ames de sobremanera a Bunbury.
Sabes que me quieres así idolatre al sabroso de Cerati.
Dueño de la muerte tenemos mucho que desquitar, mucho que hablar, mucho que gozar...
Saludos verdosos desde el mundo bizarro y loco de la enfermedad.