Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

martes, 12 de mayo de 2009

Este fue un mes en luto, un año en silencio, minutos en cama de piedra y habitaciones húmedas. Perdimos mucho, pero quiero creer que ganaremos más. Aunque siempre he sido un recurrente admirador de las esperanzas infundadas.

Como sea empezamos de nuevo, nos levantamos con dolores de músculos y tendones rígidos, nos levantamos para emprender el camino, ya sin zapatos, hasta que el suelo queme y las uñas sangren ¿qué es, en fin, una bofetada cuando te han quitado la cabeza?

…mientras, cuidamos nuestros monumentos… y seguimos.

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Ahora que estuve en las oscuras y apestosa salas de hospitales (ya les contaré de lo turbio de este mundo que es mucho) me di cuenta un día por la noche que algunos errores de dicción-gramaticales e incluso ortográficos generan una serie muy linda de metáforas que, al estar en nuestro inconsciente, no alcanzamos a apreciar:

Ejemplo 1: Sala de espera

El término correcto sería Sala (o habitación) para esperar. ¿esperar qué? Eso dependerá de en dónde se encuentren; sin embargo, recurrimos a la equivocada expresión “sala DE espera” sin darnos cuenta del significado que insinuamos. Cada quien tendrá su interpretación retórica pero a mí me da la impresión de lo siguiente. “Habitación triste, a pesar de los focos de 200 watts, formada por angustias, silencios, zumbidos, anhelos, lecturas, lágrimas, cierre de puertas, llamadas cavernosas a citas crudas, en las que cada elemento son parte del concreto, de los tabiques que conforman las paredes de esta sala, la cual se ubica en el inconciente colectivo y está siempre en espera de algo.”

Ejemplo 2: Vaso de agua

¿No te ha tocado el cascarrabias que te corrige muy propio “no hay vasos de agua, querrás un vaso con agua”? Seguramente te tocará pronto; para que puedas mandarlo al demonio puedes apelar a restregarle su poca inventiva y falta de sensibilidad argumentando que lo que tu quieres no es un receptáculo de vidrio mal lavado y sin desinfectar, a lo que te refieres con “Vaso de agua” es a un “Recipiente hecho de materia cristalina (cualquiera que esta sea), luminosa, como un diamante atravesado por la tenue luz solar”.

Así que ya saben, si encuentran alguna otra metáfora des-intencionada me avisan.

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