Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

domingo, 1 de marzo de 2009

Otra paráfrasis

Bueno, y como ustedes, banda bonita, se acordarán, los posts que me gustan de otros personajes -de nombres ridículos como su servilleta- con blogs activos me los vuelo y los pego aquí, así que les dejo una notita interesante de un compa que se hace llamar el vampiro tropical del futuro, y la verdad está bastante divertido, no sé si verdadero o no pero sí vale la pena echarle una ojeada.

P.D. ahí si a alguien le molesta que me vuele los posts ps ya se amolaron pq lo seguiré haciendo con las cositas que me parezcan reproducibles, claro, a menos q seas el autor de dicho post, en cuyo caso si te molesta me avisas y lo borro de inmediato (prometo acusarte de envidioso frente a la audiencia si lo haces).


El post se llama "catch 22" y dice así:


"Cada que se acerca el periodo electoral comienzo a escuchar y leer por todas partes invitaciones a no ir a votar o a anular el voto, lo cual me pone muy contento. La mayor parte de los jóvenes no vota por huevona y del porcentaje que queda, el que sí tiene conciencia política, algunos son voto duro y el resto decide expresar su enojo tachando más de un partido en la boleta o eligiendo a Pedro Infante; lo cual para efectos del conteo de votos es exactamente igual a quedarse chupando el día de la elección, pero limpia la conciencia de los ciudadanos indignados.

Eso no es lo que me pone contento, por mí que cada quien vote o no vote o se pique los ojos, sino que cuando se diseñan las campañas políticas para diputado federal (las generales son un desmadre porque ahí vota como 30% más banda) hay un gran target que se descarta en automático: los jóvenes. No saben el trabajo que costaría incluir un segmento más en la planeación de campaña, diseñar propuestas o mensajes para flamantes credencializados que ni fueron tomados en cuenta en la última encuesta de preferencias electorales del distrito. Por eso los amo, se descartan solitos, sin que el coordinador de campaña tenga que mover siquiera un dedo. Y a los demás segmentos de mercado electoral ya los tenemos medidos, conocemos sus preferencias, sabemos hasta de qué temas quieren que les hablen; por eso todas las campañas se parecen y aburren a las buenas conciencias, que se indignan y luego tampoco van a votar. Lo cual se añade a la cadena de regalos que cada tres años reciben los coordinadores de campañas de parte de esa masa que el IFE denominó, en un fantástico ataque de optimismo, ciudadanos. Y luego vienen los corruptos y los ineficientes y la camada de enemigos del pueblo, que mientras lees esto se emborrachan a la salud de todos los contribuyentes. Los ciudadanos que no votan son el sueño húmedo de los políticos corruptos.

¡Pero Luis Frost de Mendoza y Aljacibes, qué chingaderas estás diciendo!

Ah, claro. No olvidaba la otra parte, la ocultaba para efecto dramático. Supón que creo sólo en los dos párrafos anteriores. Llegaré el nosequé de julio a la casilla. La boleta electoral me dará a elegir entre seis candidatos: Ladrón, Caco, Ratero, Corrupto, Hijo de Puta y Asesino de Gatitos. Elegiré a Hijo de Puta, se ve menos malo que los otros cinco, ¿no? Pues no, porque yo no voto. Yo nomás hago las campañas, soy parte de la línea de montaje de la fábrica de salchichas y evidentemente no me voy a comer una. La democracia y Rodolfo el Reno, cuando el sistema colapse las buenas conciencias me dirán "te lo dije" y yo les platicaré de todas las cosas lindas que me compré con el dinero del pueblo.

Pero suficiente de mí, no soy importante para este post. Lo importante es este esquema (la gente te hace más caso cuando pones las cosas en esquemas. Bonus points si usas signos matemáticos):

Luis Frost va y vota = ayuda a los políticos en el poder al elegir a alguien entre las opciones que le impusieron.
Luis Frost va y anula el voto = ayuda a los políticos en el poder porque los votos nulos = los no votos, así que no interfiere con su proceso de designación de sucesor.
Luis Frost se queda chupando el día de la elección = ayuda a los políticos en el poder porque no interfiere con su proceso de designación de sucesor.

¿Ves? No importa si votas o no votas. Como dijo Kodos (¿o era Kang?): Either way you are doomed, DOOMED!
Esa onda de "yo no voto porque no legitimaré al sistema" es una mamada, porque votes o no votes el sistema se reproduce. Peor para ti: eres parte del sistema. Quizá tu función en él sea ir y anular tu voto.

A menos que:

1) Todos los jóvenes decidan, en vez de quedarse chupando o hacer como que poner dibujitos en la boleta electoral es hacer algo, trabajar (urg, qué hueva) para extender su rechazo a los políticos a otros segmentos del mercado electoral; en especial al voto duro, que es suficiente para dar legitimidad al sistema político nacional.

2) Los indignados neta hagan algo para rechazar el sistema. Acción política que le llaman. Desde trabajar para mejorar su colonia hasta planear la revolución. No, postear en tu blog opiniones indignadas no cuenta. Sorry.

3) Sauron nos coma a todos.

Yo por lo pronto seguiré sin contarlos en mi segmentación a menos que sean voto duro de algún partido, ¿va? Total, estoy seguro de que no viviré para que alguno de ustedes me diga "ves, pendejo: te lo dije"."
***
Fin de la usurpación

1 comentario:

Fernando Galindo dijo...

Gracias por la visita. Por cierto, coincido contigo en varios puntos que compartes respecto a la literatura y los escritores. Me acordé de mis años en la preparatoria y mis desilusiones literarias. Seguimos en contacto. Saludos.