Semana terrible, días largos, noches muertas

Bien, hoy toca post largo, muy cargado de emociones y recuerdos, sin más palabras para nadie ahí va:


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Esta es la canción que jamás pensé escribir:

Cuando dije “No te vayas” significaba que quería que te quedaras en mi vida, no en el café…

Fui, soy y siempre seré un cobarde, tal vez esté conforme con eso mas no sin dolor…

…"por una noche en su lecho soy capaz de dar la vida”…

Después del mole, esta vez, el mantel no se manchó… no hubo fiesta…

“Desde mi cielo”, “El paseo de los tristes”, “Me equivocaría otra vez”, son sólo notas sostenidas en el viento del norte que a veces ayuda, a veces condena…

“Me viste salir de tu coladera y corriste a tocar mi piel de banqueta, nunca supe como bajarte una estrella pues mi reino no pasa de la azotea, traigo en el bolsillo mi propio infierno y no voy a colgarlo de tu tendedero…” Los estrambóticos sabían que hablar de la noche hubiera sido ridículo si no sabes hablar del día…

Estoy seguro, porque es lo que he aprendido, que quien más ama más sufre y que es imposible amar queriéndose demasiado a uno mismo… de verdad soy un cobarde…

¿Procurar la felicidad de alguien más? Me parece que es de las cosas más estúpidas que he deseado en mi vida, nadie es feliz, no lo suficiente…

Sobretodo, sobretodo, sobretodo, el mundo, el universo y las manos que temen acercarse, me recuerdan que, en la mayoría de las ocasiones, el amor no es suficiente…

¿Es más grande el miedo, el orgullo o la razón? ¿No son lo mismo en los extremos de la cuerda de la que tiramos para no caer? ¿No sería más fácil saberse en el piso e intentar levantarse así, sin prisas, sin ambiciones?...

Quien tiene la última palabra es siempre a quien más le duelen las cosas, quien tiene el último silencio es el que cree que puede haber otra oportunidad, pero es cobarde y no lo dirá…

Tomar pastillas para dormir, “Pastillas para no soñar”, es sólo la forma más esquiva de olvidar, por supuesto también la más inútil…

Hoy no me importan, no quiero que me entiendan, no quiero que me sepan, aunque en verdad, en verdad me gustaría que me intuyeran y ayudaran, aunque no sea viable porque ni siquiera yo sé cómo hacerlo…

Cada vez me es más complicado creer en un “Heaven”, pero no puedo dejar de desearlo, olvidando creencias y respondiendo simplemente a los ojos nublados…

Revisemos lo que dice Ismael Serrano: “…pero es un pacto tácito, porque tu mientes y te creen de la misma forma que tu crees las mentiras que te dicen, son mentiras lícitas, pero todos hemos mentido alguna vez, el que esté libre de culpa que tire la primera piedra, pero que no tire no a dar. Por ejemplo cuando el amor se acaba, las rupturas están regidas por un protocolo que nos dice que debemos mentir para eludir la culpa que supone el que el amor se acabe, y ¿sabes que es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba. Así, cuando nos dejan, somos capaces de decir “no te preocupes yo estaré bien” y sabemos que es mentira porque sin ella vamos a estar reptando en nuestro vientre como las serpientes que somos, sin ella; estaremos dándonos de cabezazos contra la pared en nuestra habitación preguntándonos ¿dónde se habrá metido, en que momento se derrumbo todo, cuál fue la palabra que no debíamos haber dicho, el plan que no nos atrevíamos a cumplir? Somos capaces de ir más allá, de mentir más y decir “no te preocupes que yo estaré bien, además lo único que quiero es que seas feliz” Y bueno sí, queremos que sea feliz, pero bueno la felicidad vendrá luego, lo que queremos es que se quede con nosotros, porque ella es la única persona que se ríe de nuestros chistes, ella es la única persona a la que convencemos para que nos acompañe a ver esa película a la que ningún amigo te quiere acompañar y al final te dejas sorprender por ella llorando a moco tendido…no, en definitiva, porque sin ella no somos nada. Unas instrucciones para salvar el odio eternamente que lo que vienen a decir es que si ella se va que se cuide de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra, lo que sucede es que, como tantas canciones de amor también está llena de mentiras y lo que uno quiere decir al final es que, si te vas, que no sea muy lejos… ni por mucho tiempo.” Lo que esté hijo de la muerta revolución no contemplo es que, a veces, el amor no se acaba y no hay mentiras, lo que, a veces, nos destruye es el amor y la verdad…

Sólo algo más, las lagañas cierran estos párpados caídos y quiero encontrar la manera de decir algo más que sé que existe pero que no hay modo de que sea en este mundo…

“Te pilla la tarde en tu cuarto otra vez,
no suena el teléfono y tu sabes porque,
cervezas vacías en tu habitación
y el cenicero lleno en el rincón.
Seguro que sola está ella también,
tirada en la cama sin saber que hacer,
no sé cómo comenzó la discusión,
ni a quién le toca ahora pedir perdón.
Y creo que muero si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí,
recuerdo tus labios y esos ojos que al mirar casi hacen daño.
Mientras la radio aburre con una canción
miro aquella foto y me siento peor
y yo ya no sé lo q ha podido pasar
lo que estaba bien ahora esta fatal.
Seguro que sola está ella también,
tirada en la cama sin saber que hacer,
no sé cómo comenzó la discusión,
ni a quién le toca ahora pedir perdón.
Y creo que muero si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí,
recuerdo tus labios y esos ojos que al mirar casi hacen daño.”
Platero y Tú

¿Y qué pasa cuando sí sabes cómo comenzó la discusión? Sabes de repente que a ti te toca pedir perdón, y lo haces... Perdóname… lo peor es que sabes que ella no está sola también, ese eres tú, como siempre lo has estado…

y aquí sigue esto, es como una bola de nieve, no sabía que la resistencia era ya tan baja, eso no es amor propio se llama cobardía… siempre lo he sido…

Mejor me voy antes de que esto se ponga mal… o bien…

La próxima vez que vea a un imbecil disparándole piedras o cualquier cosa a una paloma querida juro que lo voy a matar, sólo espero no ser yo, otra vez…

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Eso fue muy orgullosamente amateur, como todo lo que hacemos al recoger hojas otoñales, mejor les dejo ahora algo d eun experto, Pablo Neruda... de verdad me parece necesario por esta ocasión presentarlo así, como es sin máscarasy diciendo lo que yo quiero decir:

Juntos nosotros


Qué pura eres de sol o de noche caída,
qué triunfal desmedida tu órbita de blanco,
y tu pecho de pan, alto de clima,
tu corona de árboles negros, bienamada,
y tu nariz de animal solitario, de oveja salvaje
que huele a sombra y a precipitada fuga titánica.
Ahora, qué armas espléndidas mis manos,
digna su pala de hueso y su lirio de uñas,
y el puesto de mi rostro, y el arriendo de mi alma
están situados en lo justo de la fuerza terrestre.

Qué pura mi mirada de nocturna influencia,
caída de ojos oscuros y feroz acicate,
mi simétrica estatua de piernas gemelas
sube hacia estrellas húmedas cada mañana,
y mi boca de exilio muerde la carne y la uva,
mis brazos de varón, mi pecho tatuado
en que penetra el vello como ala de estaño,
mi cara blanca hecha para la profundidad del sol,
mi pelo hecho de ritos, de minerales negros,
mi frente, penetrante como golpe o camino,
mi piel de hijo maduro, destinado al arado,
mis ojos de sal ávida, de matrimonio rápido,
mi lengua amiga blanda del dique y del buque,
mis dientes de horario blanco, de equidad sistemática,
la piel que hace a mi frente un vacío de hielos
y en mi espalda se torna, y vuela en mis párpados,
y se repliega sobre mi más profundo estimulo,
y crece hacia las rosas en mis dedos,
en mi mentón de hueso y en mis pies de riqueza.

Y tú como un mes de estrella, como un beso fijo,
como estructura de ala, o comienzos de otoño,
niña, mi partidaria, mi amorosa,
la luz hace su lecho bajo tus grandes párpados,
dorados como bueyes, y la paloma redonda
hace sus nidos blancos frecuentemente en ti.
Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas,
tu salud de manzana furiosa se estira sin límite,
el tonel temblador en que escucha tu estómago,
tus manos hijas de la harina y del cielo.

Qué parecida eres al más largo beso,
su sacudida fija parece nutrirte,
y su empuje de brasa, de bandera revuelta,
va latiendo en tus dominios y subiendo temblando,
y entonces tu cabeza se adelgaza en cabellos,
y su forma guerrera, su círculo seco,
se desploma de súbito en hilos lineales
como filos de espadas o herencias de humo.


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Disculpen las negritas pero son cosas q en verdad son importantes resaltarlas.

Desde mi banco de lector poco adiestrado, me retiro y me pongo a hacer mi tarea