Estaba un día Cenicienta, fregando los pisos, lavando los trastes, cocinando, y cayó rendida al piso de cansancio. Entonces, apareció un ratón ¡que hablaba! y comenzó a decirle a Cenicienta:
-Niña, tranquila, todo esto terminará. Pronto, muy pronto habrá un baile en el castillo, un hada madrina aparecerá y te colmará de ropajes hermosos y una carroza, entonces podrás ir al baile; ahí te enamorarás de un hermoso príncipe que se enamorará a la vez de ti. Te buscará por todo el reino y al final se casarán y será felices "por siempre".
Entonces Cenicienta observó al ratón de arriba abajo y con la voz más esperanzadora que tenía dijo:
-Ay ratoncito, eres tan lindo, pero te recuerdo, pendejo, que eso pasó hace diez años.
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Y sí, esa es parte de "felices por siempre"
1 comentario:
¡Genial!
¿quién dijo que las segundas partes eran malas?
Muchos saludos... ;)
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