Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

martes, 10 de noviembre de 2009

Que se derrumben todas las paredes

Que se caigan todos los muros del mundo, de las mentes y de las manos, que crezca el panorama y se abra la tierra para quien sepa aprovecharla.

4 comentarios:

Don Rul dijo...

Es neta. No importa cuántos muros derribemos, nuestra idiotez siempre seguirá construyendo otros. Ya lo decía Pink Floyd…

Anónimo dijo...

Hola me gusto mucho tu blog y tu entrada tambien te envio saludos y te invito al mio ;)

drfloyd dijo...

salve

Pesadilla dijo...

Epa, gracias a todos por andar acá