Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

lunes, 28 de julio de 2008

Creo que al fin entiendo contra que se rebela la banda

Los movimientos culturales, sociales, artísticos, etc., que levantado la voz, el puño y la mirada hacia nuevas posibilidades, siempre contra un enemigo común: el sistema -el gobierno-, en fin, "The Boss", pero no sabía cuál era el pecado de este sistema.

Llevo apenas cuatro años de conocer a la burocracía, siempre como el eslabón más débil dentro de la cadena alimenticia, y sólo hasta ahora me ha dañado de verdad. Logró corromper mi estima, deshizo mi voluntad, defraudo mis expectativas... pero bueno, a todos les pasa tarde o temprano, lo especial es que, en el universo individual, apenas estoy creciendo.

Lo único que han perseguido las luchas de liberación es un poco de buena voluntad, la capacidad mínima requerida de ceder, sin embargo, suena tan simple pero es taaan complicado; el problema es que nuestro "sistema" es ya tan rígido que otorgar dos cm. de solidaridad provoca pérdidas verdaderamente cuantiosas: miles de millones de pesos y años de prestigio, s{olo material y vanidad.

En una de las batallas que ocurrieron en la segunda guerra mundial, Alemania e Inglaterra luchan con 600 mil y 80 mil efecivos respectivamente, en lo que se avecinaba como la pelea que más territorio daría al vencedor... al final de las batallas, después de 1 millón 200 mil seres humanos heridos, heridos de gravedad y muertos, las trincheras sólo se movieron unos 200 centímetros, una rídicula pérdida de vidas por dos metros de lodo.

Al final, quien ha logrado vencer a "The Boss" tiene un gran mérito, dado que ha conseguido entrar en los poros de alguien (por el emdio que sea) y afectar sus emociones y sentimientos, de forma tal que rebasen la intelectualidad del individuo afectado.

Y bien, nuestro "gran sistema omnipresente y todopoderoso" no es más que el password de la computadora adecuada y las ganas de oprimir el botón correcto.

No hay comentarios: