Porque ya no se puede soñar

La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.

La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.

Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.

martes, 1 de abril de 2008

Plagio absoluto... pero divertido

Sí, el del plagio soy yo, leí una entrada en uno d los blogs q tengo linkeados por aquí q es del señor don rul y va así: http://neuronaymedia.blogspot.com/.

La entrada me pareció infinitamente maravillosa y la dejaré aquí para que reflexionen acerca de sus mentirotas, a partir d este momento las letras son de don rul:

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En un artículo antropológico publicado recientemente se afirma que las relaciones sanas entre hombres y mujeres son técnicamente imposibles. ¿A qué se debe esta fatal, legendaria y dolorosa divergencia?, se preguntará el lector curioso. Es difícil responder ya que nadie lee los artículos que publican los antropólogos. Lo cierto es que intuimos que la discordancia entre hombres y mujeres se debe en gran medida a un problema de comunicación. Sí, a que los medios de comunicación dedican gran parte de su espacio a hablar de la equidad de género, los derechos de la mujer y otros conceptos que aunque atractivos no tienen ningún sustento teórico. Los que sí lo tienen son los estudios científicos –que no citaré porque nadie consultaría– que descubrieron que hay diez grandes mitos respecto a lo que las mujeres piensan –aunque el verbo me parece exagerado– acerca de los hombres. Vale la pena aclarar que aunque no coincido con casi nada de lo planteado en esos estudios, los refiero con la esperanza de que contribuyan a mejorar las relaciones entre estos dos importantes géneros.

1. “Me estoy reservando para el hombre con el que me case”. Gracias, qué linda, pero a los hombres no nos interesa la virginidad. Después de todo, la virginidad es el único tesoro del que el poseedor desea deshacerse ansiosamente. La experiencia es requisito fundamental para cualquier actividad bien hecha. ¿Acaso alguien contrataría a un cardiólogo que le dijera con ojitos húmedos y voz dulce “esta es la primera vez que le hago un bypass a un paciente”? Y eso que ellos tienen la posibilidad de aprender en una escuela.

2. “Mi novio está emocionadísimo con la boda”. Nada más falso. Para los hombres la boda es sólo un doloroso, angustiante y costoso trámite para obtener sexo frecuente por un año o dos. El tono de ocre de las flores, el decorado de las velas, la fuente tipográfica utilizada en las invitaciones, la lista de regalos en Liverpool y todos esos intrascendentes e irritantes detalles nos importan menos que la salud gastrointestinal de los dirigentes del PVEM. Es inútil esperar entusiasmo masculino en la organización de estos lamentables eventos.

3. “Necesitamos hablar más”. Según un estudio publicado por el Public Investigative Psychology Office (PIPO por sus siglas), si excluimos el lenguaje obsceno empleado durante el sexo, 99 de cada 100 hombres consideran el silencio como la cualidad más deseable en su pareja (después de los atributos anatómicos convencionales, por supuesto). La misma investigación señala que los momentos en pareja que los hombres recordamos con más cariño son aquellos en que la mujer está desnuda, callada o ausente.

4. “A los hombres se les conquista por el estómago”. Según las estadísticas del Parson’s International Fund for Investigative Arts (PIFIA por sus siglas) el 86% de los chefs más cotizados del mundo son hombres mientras que el 99% de las prostitutas más célebres son mujeres. Esto prueba de manera categórica que no es la capacidad para preparar mole de olla lo que los hombres buscamos en una mujer.

5. “La novia se veía preciosa”. No es que este mito afecte demasiado las relaciones de pareja, pero tampoco les ayuda. Cuando una mujer emplea seis horas en enfundarse en un vestido de hada madrina, en cubrir cada milímetro de su rostro con una gruesa capa de polvos de colores diversos y en hacer con su cabello una colosal torre que simule un nido de pelícanos, el resultado es lo que la gente de teatro conoce con el nombre técnico de “una tipa disfrazada de hadita prostituta”. Todos sabemos que las novias se ven ridículas y antiestéticas. Las mujeres no lo dicen porque ya pasaron por eso o saben que tarde o temprano pasarán. Los hombres lo callamos porque la última vez que un hombre le dijo a su novia “creo que es un exceso” refiriéndose a los 93 cms. de su cabello, la rotación de la Tierra se detuvo por cinco segundos.

FE DE ERRATAS: Escribí que las embarazadas se ven gordas e indeseables, cuando en realidad quise decir que se ven sumamente cachondas y seductoras. Gracias a todos los que me hicieron ver esta inexplicable errata.

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aqui se termina y espero q se diviertan

3 comentarios:

Don Rul dijo...

Te agradezco mucho que te hayas tomado la molestia de leer, cortar y pegar el poust. Creo que es importante que divulguemos estos temas para poner nuestro granito de arena en la contrucción de relaciones más sanas y duraderas. !Saludos!

Sybila dijo...

Jejejeje, y yo si pensaba eso de que la cenita los conquistaba... y más bien es la recámara después de la cena...

Pero bueno, yo todavía pienso que las generalidades tampoco deben tomarse como recetas. Habrá que abrir más los ojos, y hacer labor antropológica, jejejeje

Saludos varios!

Raven Lausleahleahhann dijo...

Confieso que yo tambien crei que les gustaba que cocinaramos... a la siguiente preparare la recamara con mas entusiasmo -.-