Revisando mis tiliches del último año me encontré con un texto que escribí hace como seis meses o un poco más, me gusta mucho, a ver que opinan.
Alguien la vio de reojo una mañana
y decidió que era hija del sueño de la aurora,
hermana de esas flores llenas de olor dulce,
olor a canela, a nieve, a colibrí,
decidió que en sus ojos hay un reflejo
de verdes campos, de amarillas estepas,
de blancas montañas, de un cielo carmesí.
Hay un par de instantes en su rostro
que no es posible comprender,
uno es la ternura en la sonrisa que despliega en la mañana
y vuelve igual de alegre, al atardecer;
otro es la pureza, la justicia, rectitud,
que se mezcla con las dudas que acontecen
en su ligera luminosa, suave y tierna juventud.
Es también hija de tarde
dijo el poeta que de ocaso la observó,
es posible la poesía cuando fija su rostro en la fuga del sol,
madre de la noche que al universo iluminó,
tacto de estrella, llanto de Luna,
cuerpo de estela cósmica, divina visión.
Después del viaje por su alma el poeta entendió
que hay falta de poesía en tan breve descripción,
lo más infinito que de ella se descubre está en su corazón,
que no cabe en el cosmos, tan vasta, tan eterna, tan Niña de Dios.
*****
Lean el post d abajo... : D
Y me pongoa chambear...
Porque ya no se puede soñar
La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.
La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.
Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.
La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.
Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.
5 comentarios:
me gusta la miel, me gustan lo spoetas, pero tú poema tiene ese grado de limón, sal y miel que hace que cualquier garganta sane y que cualquier tequila sea mucho mejor....
Y yo nomás me quedo con mi cara d idiota pq la china q me gusta más lacia cada día me sorprende más
-¿Hay poema, hay poesía?
El Poeta se acercó al monstruo, le puso un billete en la bolsa de la camisa. Salió. Se detuvo frente a la gran aurora que convalecía en el horizonte. le tiró dos adjetivos.
Él apostó al doble mietras escuchó el último balazo.
-apuesta mostruo!
-voy doble-dijo aquel celador de la muete
-aún no sano
-la aurora tampoco.
Por cierto, este es el q me resulta mas cursi, este fue el q me empalago un poco...
Otra cosa, siento q tus poemas no tienen mucho de poesia, los siento mas narrativa, creo q a los narradores se les complica un poco la vena poetica... Asi como a los poetas se les dificulta el narrar un cuento...
Yo por eso escribo prosa poetica, asi no me enredo...
Y otro por cierto, tu amigo Cicuta Drinker escribe muy bien, me gusta bastante su estilo. Realmente es bueno...
Yeah, después de un trago empalagoso de miel uno de fuerte tequila y limón... o cicuta, pasa q su bar es tuyo tmb!!!
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