Pues bueno, ya que los de la patata vinieron con el super chisme y se me adelantaron pues tengo el placer de informarles que ya soy papa casada, y bueno, ps nada, seguro q todo saldrá bien y no esperen mucha información, no sean metiches jajajaja.
Bueno, ahorita dejo un texto pequeño pero en la noche tal vez venga el epilogo del paseo en el parque y para fines de este mes el segundo capiulo de "Los primeros genios del siglo XXI" entonces vayan leyendo el primero.
También me da gusto que el proyecto de "lectura lenta", ya saben esta onda de sentarse a disfrutar los textos, ha funcionado, ya tengo como 4 quejas de que pongo mucha info en un sòlo post, pero esa es la idea, que se tomen un repiro de la joda que hay en el día para leer, criticar, comentar y crear. Bueno, un saludo, nos vemos más tarde.
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Dejó las cicatrices en el cajón de los recuerdos, una nube de humo le cubría los ojos mientras se sentaba frente al computador, sòlo a retroalimentarse de luz azul.
Ya no sabía que decir, que hacer, ni siquiera que pensar, tenía una imagen que bloqueaba las ideas y que lo tenía ahí, a las 2 a.m., con una sonrisa estúpida y el desvelo propio de quien comienza a soñar despierto de nuevo y a deja la realidad para otro día. Era una noche tranquila, un atardecer dispuesto ser conquistado, un amanecer que sòlo observa como pasan las horas y espera su turno de actuar.
Aún así había algo que no estaba bien... no había ya temor, ni duda, ni recuerdos, era como el inicio de una nueva vida, con extensos territorios inhospitos y desconocidos, tal vez hostiles, tal vez amables, pero siempre nadando en la incertidumbre; no es que estuviera mal, pero lo extraño es que no le importaba, ya no había melancolía en el cenicero, ya no había botellas vacías en el refrigerador, olvidó por completo voltear para atras y se sintió aliviado. Quien lo conoce pensaría que está enfermo, que ha sido cubierto por algún hechizo, blanco o negro, que alguno de sus antiguos enemigos le jugaba una mala pasada, que lo dejarían volar alto hasta que estuviera a una distancia considerable, para después regresarle la gravedad a sus viejos y baratos tenis; pero no, no era nada de eso, ya el mundo sabía su secreto, su enfermedad, su recelo vencido y su infierno aliviado... sòlo era ella y él lo sabía.
Porque ya no se puede soñar
La noche eterniza el momento en que recuerdas, incuba rostros y figuras que, al amanecer, quebrarán la realidad que te rodea.
La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.
Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.
La cotidianeidad nos corrompe y el único modo de salir de ella es trabajar por recordar; nunca olvidar el pasado para pisar firme en el presente, concientizar que estamos en un sitio prestado y que respiramos aire contaminado, ajeno, construir el futuro basados en el segundo que se aproxima, amenazante.
Tarea ardua abrazar al desencanto, volverlo parte de tu vida y, cuando haya perdido su utilidad, desecharlo, borrar con un paño las huellas digitales que se hallan plasmadas en la piel, en la tinta, en el papel que, nunca olvidarán un rostro sonriente, firme, pleno.
1 comentario:
otro juego, otro enigma, dejemos que ella y él nos dejen libres para volver a sonreír, aún así me gusta tu ficción...
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